Los avances alcanzados en las garantías de los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, queer e intersexuales, se encuentran cada vez más amenazados. Existen leyes, normas y prácticas discriminatorias que niegan a las personas LGBTQIA+ su autonomía, su acceso a la atención sanitaria y sus derechos y libertades reproductivas.
Un mundo igualitario necesita del reconocimiento, el respeto y la igualdad con las identidades diversas. Es por esto que en el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia levantamos la voz para que se garanticen de los derechos humanos de todas las personas, sin discriminación por su sexo o identidad de género.
Más de un tercio de los países penaliza las relaciones entre personas del mismo sexo; tan solo 24 reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo. La violencia contra las personas LGBTQIA+ es sistemáticamente elevada y no suelen denunciarse todos los casos.
En Ecuador se despenalizaron las relaciones entre personas del mismo sexo el 25 de noviembre de 1997, además el 12 de junio del 2019, la Corte Constitucional aprobó el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Según el último censo realizado en Ecuador en 2022, 270.970 personas se identifican como parte de la comunidad LGTBI+ (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales), las mismas que representan el 2,4% de la población.
Una educación sexual integral puede cambiar aquellas normas perjudiciales, contrarrestar la discriminación y brindar información a todas las personas jóvenes sobre su derecho a la autonomía corporal; derecho sobre el que se sustentan todos los demás derechos. Ayuda a prevenir la estigmatización, la discriminación y la violencia y puede dotar a las personas jóvenes LGBTQIA+ de información y herramientas, proporcionarles productos de salud sexual y reproductiva y ponerlas en contacto con servicios, asesores y otros mecanismos de apoyo.
Lograr una educación sexual integral universal requiere de leyes y políticas basadas en los derechos humanos, así como de presupuestos específicos. En los países de ingresos bajos y medianos, es necesario realizar inversiones para reforzar la prestación de una educación sexual integral apropiada y accesible, en consonancia con las prioridades nacionales.
El UNFPA defiende y trabaja en favor de los derechos y las opciones para todas las personas.
«Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, y estos derechos están garantizados para todas las personas, independientemente de su género u orientación sexual», declaró la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. «La persecución de personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, queer e intersexuales es una violación de su derecho a la libertad de expresión, a la libertad, la privacidad y la igualdad, a no sufrir violencia, discriminación y tratos inhumanos o degradantes y a un juicio imparcial. Al proteger, promover y hacer realidad los derechos humanos de las personas LGBTQI en todo el mundo, podemos garantizar derechos y libertades para todas las personas».