“La vida de una niña debería comenzar como debería comenzar cualquier otra vida: como un libro abierto en el que pueda escribir su propia historia”, sentenció la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. “No obstante, desde el momento en que una niña respira por primera vez, ya se encuentra en desventaja sencillamente porque nació niña”.
De hecho, las cifras cuentan una historia alarmante. Más de 640 millones de mujeres vivas hoy en día se casaron en la infancia. En el mundo en desarrollo, casi 1 de cada 3 mujeres comienza a tener hijos en la adolescencia. Doce millones de adolescentes dan a luz cada año. Unos 5,7 millones de embarazos adolescentes terminan en abortos, la mayoría en condiciones inseguras.
Pero también hay otra historia. Seiscientos millones de adolescentes a nivel mundial representan infinitas posibilidades de liderazgo y cambio. Las adolescentes son fuerzas impulsoras para crear sociedades más justas y sostenibles en el futuro que queremos. Apoyar su liderazgo y defensa en temas que van desde la salud menstrual hasta las normas discriminatorias de género va en defensa de sus derechos, mejora su bienestar y aumenta su capacidad para contribuir al cambio.
Garantizar el acceso a una educación integral de la sexualidad y a servicios de salud sexual y reproductiva para las adolescentes tendrá un triple dividendo, con beneficios para las niñas ahora, así como para su vida adulta y para la próxima generación de niños. El aumento y la focalización de las inversiones contribuirán a garantizar el bienestar de las adolescentes y sus derechos a la educación, la salud, la igualdad de oportunidades y la protección frente a prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
El matrimonio infantil es el producto tóxico de la desigualdad económica y la desigualdad de género. Muchos padres empobrecidos creen que el matrimonio asegurará el futuro de sus hijas. Algunos padres ven a sus hijas como cargas o mercancías, una percepción exacerbada en tiempos de crisis. En los lugares donde la familia de la novia paga una dote a la familia del novio, las novias más jóvenes suelen pagar las dotes más pequeñas, lo que crea un incentivo para que los padres casen a sus hijas antes de tiempo. En los lugares donde la familia del novio paga un precio de la novia, los padres en circunstancias difíciles pueden casar a sus hijas como fuente de ingresos.
Una niña no debe ser sacrificada en aras de la salvación económica de su familia. Dejemos que cada niña sea una niña. Permitamos que el día de la boda de una mujer sea inolvidable por las razones correctas, que derrame lágrimas de alegría para celebrar los inicios de una experiencia, no para expresar el dolor propio de los finales. ¿Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de ver que ninguna niña se casa antes de que ella decida libremente que está dispuesta y lista? En efecto así es.
Los sitios web de bodas son creados por parejas para informar a los invitados de la boda de los detalles del evento, así como la historia personal de la vida de la pareja. Dichos sitios tienen el propósito de ser lugares de celebración. Hemos creado un sitio web para una niña de 8 años casada con un novio de 31 años en Yemen. Al subvertir la idea de un sitio así con el horror de un verdadero matrimonio infantil, llamamos la atención sobre la difícil situación de muchas niñas en todo el mundo que tienen poca o ninguna autonomía corporal, lo cual es una violación de sus derechos.
Sin duda, las adolescentes enfrentan muchas formas interrelacionadas de discriminación y exclusión relacionadas con la edad, el género, la etnia, el idioma, el estado serológico y el VIH. estado civil o migratorio, discapacidades y pobreza. La violencia de género afecta a casi 1 de cada 4 adolescentes de entre 15 y 19 años que alguna vez han estado casadas o han tenido pareja. Entre las adolescentes con acceso a Internet, el 58 % ha sido víctima de acoso o abuso en línea. Un estudio reciente en los Estados Unidos determinó que el 57 por ciento de las adolescentes se sentían persistentemente tristes o desesperanzadas en 2021, el doble de la tasa entre los niños y el nivel más alto en la última década.
Las niñas tienen esperanzas que cumplir, sueños que lograr. Al conmemorar este año el Día Internacional de la Niña, debemos intensificar las inversiones y acciones para hacer realidad sus sueños. “Cada uno de nosotros puede comprometerse a ser sus aliados y campeones”, planteó la Dra. Kanem .
“En vez de hacer a un lado a una niña, debemos dirigir los reflectores hacia ella. En vez de silenciarla, debemos darle un micrófono. Escuchar lo que tiene que decir. Darle la oportunidad de definir el curso de su destino y convertirse en una fuerza de cambio positivo”.