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Ecuador presentó el Estado de la Población Mundial 2020, Contra mi voluntad: Desafiar las prácticas que perjudican a mujeres y niñas e impiden la igualdad. El evento virtual presentó un mosaico de voces regionales, nacionales y locales, de UNFPA, del gobierno nacional, de adolescentes y jóvenes y de la sociedad civil, con el fin de motivar a la reflexión sobre estas prácticas y los desafíos que representan para las comunidades, los países y la región.

 

La perspectiva regional sobre las prácticas que atentan contra la vida y la dignidad de las mujeres, niñas y adolescentes

Las prácticas nocivas como el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina y la preferencia por hijos varones continúan prevaleciendo en el mundo y pueden agravarse en el contexto actual, retrasando los avances para disminuir las desigualdades.

La pandemia por Covid-19 atenta contra los derechos de millones de mujeres y niñas en el mundo, amenazan el ejercicio de sus derechos humanos, sus derechos sexuales y reproductivos, atentan contra el desarrollo de sus capacidades y de su vida. Neus Bernabeu, Asesora Regional de Género y Juventudes señaló que debido a la pandemia por COVID-19, 47 millones de mujeres en países de ingreso bajo y medio dejarán de usar anticonceptivos, lo que dará como consecuencia 7 millones de nuevos embarazos no deseados. Se presentarán 31 millones de nuevos casos de violencia basada en género.13 millones de matrimonios infantiles en el próximo decenio, que se podrían haber evitado. 

Los datos regionales del informe señalan que en América Latina y el Caribe: una de cada cuatro niñas se casa o establece unión informal antes de cumplir 18 años. En algunos países, una de cada tres. América Latina y el Caribe es la única región que no muestra avances en la reducción del matrimonio infantil y uniones forzadas tempranas. Los mayores riesgos se presentan en los hogares más pobres, con menor educación, en las zonas rurales y en las poblaciones indígenas y afro; y las consecuencias de estas uniones son el abandono escolar, los embarazos adolescentes, las maternidades forzadas, un mayor número de hijos, la mortalidad materna, afectaciones graves en la salud física y mental, pérdida de capital humano, la transmisión intergeneracional de la pobreza, el impacto en su desarrollo y en el de sus comunidades.

Eugenia López, Directora de Girls Not Brides señaló que estas prácticas como las uniones infantiles se dan por la desigualdad social, la desigualdad de poder y la violencia basada en género:

"Las diferencias grandes de edad en las uniones se traducen en una diferencia muy grande de poder".

En Colombia se documentó que el 45% de las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años vivieron violencia, en comparación al 25% que se casaron o unieron después de los 18 años. Eugenia señaló que en la región se invisibilizan y silencian estas prácticas nocivas: "se ha normalizado ver a adolescentes unidas con hombres mayores, como si esto contribuyera al desarrollo de ellas y no al control y violencia que ellos ejercen sobre ellas". Además señaló que el 70% de uniones en la región son informales, lo cual invisibiliza y silencia estas prácticas contra las niñas y adolescentes. Recalcó la necesidad de contar con leyes que pongan al centro a las adolescentes y a sus necesidades.


Prácticas nocivas contra mujeres y niñas en Ecuador: La trata, la violencia intrafamiliar, las uniones infantiles forzadas y el incesto.

A partir de 2019, Ecuador cuenta con un Plan nacional de acción contra la trata de personas, que tiene como ente rector al Ministerio de Gobierno, a la Policía Nacional y a la DINAPEN; y cuenta con el acompañamiento de agencias del Sistema de Naciones Unidas como ACNUR y la OIM. Muchas veces alrededor del fenómeno de la trata, se encuentra el factor de la movilidad humana. El plan considera la prevención, la atención, la recuperación y la restitución de estas personas, además la investigación y la judicialización de quiernes son parte de las redes de delincuencia.

La Secretaria Nacional de Derechos Humanos del Ecuador, Cecilia Chacón, en su ponencia señaló que en Ecuador el 47,6% de personas en situación de trata son menores de 18 años. De las personas en situación en trata el 70% son ecuatorianas, el 27% no se determina, el 1,3% colombianas, el 0,6% venezolanas, el 0,3% cubanas y el 0,3% peruanas. Las mujeres afrodescendientes son las mujeres más vulnerables por su condición étnica y también por su condición geográfica. Enfatizó que la condición geográfica aumenta el riesgo de trata de las mujeres, niñas y niños, observándose una gran vulnerabilidad de las que se encuentran en las fronteras. 

Las provincias con mayor incidencia de trata tienen mayor pobreza: "Los Rios, Esmeraldas, Manabí, Chimborazo, Cotopaxi, Bolívar y Guayas, superan el 38% y llegan hasta el 56% de ser expulsores de personas para trata, de menores para explotación laboral y sexual, fuera de su voluntad y transfronterizo", dijo.

"La trata está atada a redes delictivas que trascienden fronteras".

La secretaria recordó en su discurso el caso emblemático de Buenos Aires en la provincia de Imbabura, Ecuador, en el cual funcionaba un sitio de minería artesanal. Este sitio que fue desmantelado por delitos graves de delincuencia organizada, donde fueron encontradas más de 600 mujeres, niñas y niños en situación de prostitución forzada, explotación sexual, explotación laboral, maltrato, y embarazos por violación sexual. El caso fue tratado desde la prevención, atención y recuperación de las víctimas.

La pandemia por COVID-19 ha acrecentado las inequidades en el país. Durante el confinamiento por la pandemia, muchas mujeres vivieron situaciones de violencia intrafamiliar y se encontraron con la incapacidad de pedir auxilio y contar con los recursos para denunciar la violencia, esto se refleja en la reducción de un 30% en las llamadas de denuncia. "La pandemia ha recrudecido la violencia contra las mujeres en todas las expresiones máximas de la crueldad, en el control biopolítico y bioético del cuerpo de mujeres, niñas y niños. En mayo se dio el mayor número de femicidios durante la pandemia, 20 femicidios incluidas 4 menores de edad. Estos hechos además de atentar en contra de los derechos humanos, lastiman la política pública", dijo la secretaria.

 


Mary Cabrera, Directora de Sendas e Integrante del Comité Asesor Girls Not Brides señaló que en Ecuador los matrimonios con menores de edad no son permitidos, pero que a partir de la implementación de esta ley se incrementaron las uniones infantiles forzadas y no existe un registro claro de datos, lo que no permite visibilizar claramente la problemática. "Hay testimonios de niñas que se esconden, huyen o se fugan huyendo de las uniones arregladas y forzadas" dijo.

Además señaló la necesidad que tiene el país de contar con estrategias y programas específicos enfocados en adolescentes, en su salud sexual y reproductiva, en la prevención de embarazos no intencionados, prevención de la mortalidad materna y educación de la sexualidad integral. 

En Ecuador la violencia sexual casi no se denuncia, pues a las mujeres y niñas no se les cree. En los casos que se denuncia solo la mitad de los casos van a juicio y de aquel porcentaje solo el 30% pasan a sentencia. Hay una gran impunidad.

Sobre el incesto Mary dijo que por temas culturales se siguen encubriendo y silenciando estos delitos, porque todavía la sanción social y repudio cae sobre las víctimas al interior de sus propias familas, niñas madres de sus propios hermanos. Es necesario profundizar la violencia sexual al interior de las familias.

Felicitó el avance del estado en las leyes que buscan garantizar los derechos de las víctimas de trata, señalo que el desafío más grande es su completa implementación para la protección integral y la no revictimización. Además habló del rol de la sociedad civil que se ha podido sostener a pesar de los contextos complejos, generando evidencia científica y manteniéndose alerta para garantizar la progresividad y el no retroceso de los derechos.


 

El ejercicio de los derechos de las niñas y adolescentes contribuyen a su desarrollo y al de sus países

El evento contó con las voces de 3 adolescentes, representantes del movimiento: Por Ser Niña, impulsado por Plan Internacional Ecuador. 

Sisa, perteneciente a una comunidad indígena, dijo estar orgullosa de sus raíces, pero señaló que lastimosamente muchas veces ser indígena puede ser una limitante para construir los sueños de las niñas. Dijo que las uniones tempranas forzadas son muy comunes dentro de sus comunidades, que las niñas son intercambiadas por objetos materiales, por bienes, vulnerando sus derechos, exponiéndolas a varios tipos de violencia, pues existe la creencia comunitaria que así se puede salir de la pobreza. Que están forzadas aunirse con hombres que les doblan la edad. Su discurso llevó a la reflexión sobre las uniones tempranas forzadas y a la necesidad de terminar con esta práctica, para que las niñas puedan cumplir sus sueños y aportar al desarrollo de sus comunidades y de su país. 

Nohelia señaló que muchas veces se ha subestimado su participación política por su edad y su género. Señaló que el adultocentrismo es grave, y que las opiniones de adolescentes, niñas y niños deben ser parte de la construcción de las políticas: "Debemos ser las protagonistas de la historia". Señaló que actualmente está involucrada en el proceso de construcción del Código para la Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes desde el movimiento Por Ser Niña.

Mishell señaló que "ser niña es ser capaz de navegar en un mundo lleno de justicia e igualdad de género". El derecho a la participación es una parte fundamental para el desarrollo de las niñas que nos permite alzar la voz frente a diferentes problemáticas. Señaló su experiencia desde el movimiento Por Ser Niña, en la incidencia para la construcción de políticas, incluida la de embarazo en adolescentes: "quién más que nosotros para hablar de las problemáticas que vivimos a diario" dijo. Además abordó el tema de violencia sexual:

"Aquellos agresores que antes de lastimar a una niña adolescente o mujer, lo piensen dos veces, porque estaremos observándolos y estaremos pendientes de que se escuchen nuestras voces y exigir la restitución de derechos".


Las mujeres afroecuatorianas viven grandes inequidades

Daniela Villalba, Representante de las mujeres jóvenes afroecuatorianas, parte del Encuentro de Palenques Afroecuatorianos EPA Somos Semilla, presentó las grandes inequidades que las mujeres afroecuatorianas han vivido históricamente. "7 de cada 10 mujeres afroecuatorianas han vivido violencia basada en género, en sus casas por sus parejas, por sus familias, y en la calle son constantemente hipersexualizadas, vulnerando así su integridad y sus derechos". Señaló que las mujeres afroecuatorianas son más vulnerables a la pobreza, al racismo, a la exclusión, a la criminalización, al abandono escolar, al analfabetismo y en la frontera norte están más expuestas al conflicto armado. Dijo que en el aspecto laboral ocupan más los espacios de cuidado y no así, los espacios de tomas de decición que les permita garantizar sus propios derechos. "Tenemos un decenio donde las mujeres afroecuatorianas han sido invisibilizadas, con agendas, leyes y normativas que reconocen los derechos de las mujeres afroecuatorianas pero no se han aplicado ni han garantizado estos derechos", señaló. 

 

La rapera feminista ecuatoriana Caye Cayejera cerró el evento con la presentación de su canción: Sobrevivientes, que habla sobre la práctica del incesto y los secretos familiares.

El evento contó con el apoyo de la interprete de lengua de señas Francesca Cisenia de la Fundación Súmate por la Equidad.

 

Link al evento virtual: https://www.youtube.com/watch?v=udoCmQihYps