El Programa De Las Naciones Unidas Para El Desarrollo (PNUD) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), realizan la formación para el empoderamiento, liderazgo e incidencia de mujeres con discapacidad, del 10 al 13 de septiembre del 2024.
Este espacio brinda herramientas de abogacía e impulsará el empoderamiento de 38 mujeres jóvenes y adultas con discapacidad, activistas asociadas y no asociadas, de varias provincias del Ecuador, para transformar sus vidas y las de sus comunidades.
Según el último censo del 2022, en Ecuador viven 1 '009.435 personas de 5 años o más, que tienen dificultades permanentes para caminar, ver, recordar, oír, bañarse y/o hablar, de las cuales el 53,6% son mujeres.
En la apertura del evento, Inka Matilla, Representante Residente del PNUD, se refirió a la importancia del enfoque de interseccionalidad que permite analizar la vida de las personas y sus posibilidades de inclusión o exclusión:
“Si nos orientamos a alcanzar la igualdad e inclusión no podemos prescindir de la interseccionalidad, ya que ésta nos permite considerar experiencias diversas, y con ello reforzar el compromiso de crear políticas, prácticas y activismo social que reconozcan y aborden las diversas formas en que las personas con discapacidad pueden verse excluidas”.
La Representante Auxiliar del UNFPA, Lizette Ponce, señaló:
“Cuando las mujeres con discapacidad tienen la oportunidad de liderar, se convierten en referentes para las personas de sus comunidades. Inspiran a otras mujeres y aportan para fortalecer y difundir un enfoque de discapacidad sólido y real”.
Edison Martínez, secretario del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (CONADIS) mencionó:
"Fortalecer los derechos de las mujeres con discapacidad permite mejorar sus condiciones de vida y visibilizar los retos que tenemos que seguir superando. Estos espacios dan la posibilidad de generar estrategias desde las mismas personas con discapacidad".
En Ecuador se han obtenido logros importantes referentes a las personas con discapacidad desde el 2008, cuando se ratificó la Convención de las Personas con Discapacidad y además se incluyó en su Constitución a las personas con discapacidad como sujetos de derechos y población de atención prioritaria, pero todavía quedan grandes desafíos para alcanzar una condición de igualdad, como la exclusión a la que se enfrentan, sumada la pobreza, los estereotipos de la discapacidad generalizada y a las dificultades en el acceso a los servicios de salud, educación, trabajo digno o la protección social.
Vivian Rodríguez, mujer sorda y lesbiana, activista por los derechos de las personas con discapacidad indicó:
“El derecho a decidir de las mujeres con discapacidad tiene que ver con cosas chiquitas que pasan en nuestra cotidianidad, que seguramente nos han pasado a todas las personas con discapacidad que estamos en esta sala, porque nuestras formas y corporalidades repelen. Por ejemplo, cuando visito al doctor junto a mi acompañante, la información se dirige al acompañante cuando el cuerpo a atender es mío”.
El autorreconocimiento de las mujeres con discapacidad
El taller permitirá además que las mujeres con discapacidad participantes puedan reconocerse como sujetas de derechos y capaces de tomar decisiones sobre sus propias vidas, fortaleciendo su autoestima y su confianza.
Además contribuirá a visibilizar sus realidades y necesidades específicas. Al conocerse más desde su propia identidad, podrán fomentar acciones de activismo para exigir y ejercer sus derechos y ampliar los espacios de toma de decisiones y representación.
El espacio también fomentará la creación de redes de apoyo entre mujeres con discapacidad, fundamentales para generar un cambio social con entornos más inclusivos y equitativos para todas las personas.
Esta formación se realiza en el marco del proyecto interagencial: "Por el derecho a decidir de las personas con discapacidad", financiado por UNPRPD, e implementado por el UNFPA en Ecuador, en alianza con el PNUD, ONU Voluntarios y la ACNUR, el cual busca garantizar la plena participación y el cumplimiento de los derechos de las mujeres con discapacidad, a través de la educación, la capacitación y el apoyo, para empoderarlas y también contribuyen en la construcción de un futuro más prometedor para todas las personas.