El Ministerio de Salud con apoyo del UNFPA, realizó el Foro de Buenas Prácticas para la prevención de la violencia gineco-obstétrica, con el fin de prevenir este tipo de violencia en los establecimientos de salud.
Según la encuesta de Violencia Basada en Género del año 2019, el 48% de mujeres en Ecuador han experimentado por lo menos un hecho de violencia gineco-obstétrica a lo largo de su vida. Este dato aumenta al 70% en mujeres indígenas.
La violencia gineco-obstétrica es una expresión de discriminación que vulnera los derechos sexuales y derechos reproductivos de las mujeres. La Corte Constitucional de Ecuador reconoció esta realidad y ordenó medidas para prevenirla.
En respuesta a esta sentencia, el Ministerio de Salud Pública, con apoyo del UNFPA y la Red Pública de Salud, desarrolló el Manual de Buenas Prácticas para la Prevención de Violencia Gineco-obstétrica, el cual proporciona herramientas prácticas para ofrecer una atención de calidad y prevenir prácticas nocivas, el mismo que fue presentado durante el foro.
El Viceministro de Gobernanza de la Salud, Eduardo Herdoiza, resaltó la importancia de este manual desarrollado en conjunto con el UNFPA y la Red Pública Integral de Salud, como una herramienta clave para prevenir y erradicar la violencia gineco–obstétrica:
“Con este manual, esperamos lograr un cambio significativo en la atención a la salud de la mujer, promoviendo prácticas más seguras y respetuosas”, afirmó.
Según el Consenso Estratégico Interagencial para la Reducción de la Morbi-Mortalidad Materna: 2020-2030, América Latina y el Caribe han avanzado modestamente en la reducción de muertes maternas en la última década. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 revirtió algunos de estos avances. Muchas mujeres siguen muriendo por causas prevenibles, y otras enfrentan complicaciones que afectan su salud a largo plazo. Este problema afecta especialmente a mujeres indígenas, afrodescendientes, de bajos ingresos, con menor escolaridad, adolescentes, mujeres en movilidad humana y aquellas con discapacidades.
Markus Behrend, representante de UNFPA afirmó:
“la evidencia es clara: podemos prevenir muertes maternas mediante la implementación de cuidados maternos de calidad, el acceso universal a métodos anticonceptivos y abordando las desigualdades sociales”.
La prevención de la Violencia Gineco-Obstétrica es crucial para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 y garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, especialmente en lo que respecta a la salud materna.
Durante el foro también se presentaron ponencias sobre el marco legal, estadísticas y buenas prácticas para la prevención de Violencia Gineco-Obstétrica, contenidas en el manual.