QUITO, Ecuador – El número de muertos y heridos continúa ascendiendo, días después del devastador sismo de 7.8 de magnitud que se produjo en el norte del Ecuador. Más de 518 mil personas han sido damnificadas en las 2 provincias más afectadas, Manabí y Esmeraldas, según datos oficiales del gobierno ecuatoriano.
En estas zonas, se estima que aproximadamente unas 20 mil mujeres embarazadas podrían estar en riesgo por el desastre, con necesidades de servicios de salud materna, incluyendo cuidado prenatal, servicios de parto seguro, cuidado post-parto y para aquellas que sufran complicaciones, servicios de emergencias obstétricas.
“El Ministerio de Salud Pública ha priorizado las acciones para atender las necesidades de salud reproductiva de las mujeres y prevenir la mortalidad materna y neonatal,” indica Jakeline Calle, Gerente de la Estrategia de Reducción de Muerte Materna del Ministerio de Salud Pública. “También trabajaremos en la prevención y el manejo de las infecciones de transmisión sexual, VIH y violencia sexual en coordinación con otros ministerios y agencias del Sistema de Naciones Unidas,” agregó Calle.
El Gobierno ha reportado más de 587 muertes a la fecha, más de 8,340 heridos atendidos y 25 mil albergados. El mayor daño se produjo en el cantón de Pedernales, el cual fue declarado “zona de desastre”. El acceso se ha visto limitado debido a los daños que han sufrido de infraestructura. El Gobierno declaró un “Estado de Excepción” para las provincias de Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, Guayas, Santo Domingo y Los Ríos. Se han producido 703 réplicas desde el evento del terremoto.
La evaluación de los daños y las necesidades continúa en proceso pero el sector salud ya da señales de haber sido fuertemente impactado. 6 hospitales de complejidad tanto media como alta en las provincias de Manabí y Esmeraldas se encuentran fuera de servicio debido al severo daño estructural que sufrieron.
La salud materna al frente de la respuesta
Las complicaciones durante y después del parto son una de las principales causas de muerte y discapacidad para mujeres en países en desarrollo. En momentos de crisis, el riesgo de mortalidad materno-infantil es aún mayor.
Las provincias más afectadas, de Manabí y Esmeraldas, presentan altos índices de mortalidad materna, violencia basada en género, embarazo adolescente y casos de VIH. Es previsible que esta situación se agudice como consecuencia de la emergencia.
El UNFPA está apoyando al Ministerio de Salud Pública por medio del aseguramiento de acceso a kits de salud sexual y reproductiva, los cuales han sido incluidos en la lista oficial de medicamentos e insumos para emergencias sísmicas de dicha institución.
“Nuestro objetivo es salvar la vida de las mujeres y adolescentes a través del acceso a mejores servicios de salud sexual y reproductiva, como partos seguros especialmente en casos de emergencias obstétricas a fin de prevenir la mortalidad materna y neonatal, así como garantizar el acceso a métodos anticonceptivos, incluyendo condones para prevenir embarazos no planificados y abortos,” señaló Marcia Elena Álvarez, Oficial de Salud Sexual y Reproductiva del UNFPA en Ecuador.
Las mujeres no dejan de embarazarse o de tener hijos cuando sucede un desastre. En una situación emergencia humanitaria, se estima que 1 de cada 5 mujeres en edad fértil probablemente esté embarazada.
Haciéndole frente a la Violencia Sexual
El UNFPA está articulando acciones intersectoriales para mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva y la atención de casos de violencia basada en género, con especial atención a aquellos casos de violencia sexual a nivel local y nacional.
A fin de prevenir la violencia basada en género y para garantizar la ruta de referencia para las víctimas, el UNFPA está apoyando al Ministerio de Defensa Nacional del Ecuador en su solicitud de asistencia técnica, a través del desarrollo de un Código de Conducta para la intervención militar en las áreas de desastre.
El entrenamiento y el proceso de información iniciarán de inmediato y estará dirigido hacia los directores y encargados de los campamentos, refugios y albergues, así como el personal técnico que actualmente está a cargo del cuidado de las víctimas en el terreno. Actualmente hay 14 campamentos que se beneficiarán directamente de esta asistencia.
Igualmente, a nivel nacional, el UNFPA está apoyando al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en la formulación e implementación de la Ruta de Denuncia de Casos de Violencia Basada en Género y Violencia Sexual en el contexto de la emergencia, con el objetivo de facilitar el reporte de estos casos y la atención de las víctimas considerando el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran.
Virus del Zika: una preocupación más después del desastre
Debido a que Manabí y Esmeraldas son provincias que se han caracterizado por tener un alto índice de enfermedades transmitidas por vectores, las autoridades de salud han manifestado la necesidad de garantizar información veraz y oportuna sobre los riesgos que presenta el virus del Zika y las medidas de prevención.
En el contexto de la respuesta, el UNFPA está apoyando las estrategias del Ministerio de Salud Pública para asegurar que las áreas más afectadas cuenten con los kits de Salud Sexual y Reproductiva, así como el entrenamiento adecuado para el personal de salud. Adicionalmente, el UNFPA está trabajando con mujeres y comunidades apoyando estrategias edu-comunicacionales para identificar señales de peligro en emergencias obstétricas y neonatales.
Texto: Guadalupe Valdés / Foto: Geovanny Baculima, MIDENA
Si desea obtener más información sobre donaciones y voluntariado en el contexto del sismo en Ecuador, visite Ecuador Listo y Solidario.
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