Más de tres millones y medio de jóvenes viven en el Ecuador, una población que lejos de subestimarse por su número, es también relevante por su altísima diversidad; a la interseccionalidad de edad, género, orientación sexual, etnia, zona de residencia, estado civil o situación socioeconómica, los consumos culturales, la música, los pasatiempos y otros, son también elementos constitutivos de las identidades juveniles. Por ello nos parece apropiado hablar de las juventudes. Muchos expertos han señalado a las juventudes como un actor emergente de las sociedades; en el caso ecuatoriano, el marco constitucional los reconoce como actores estratégicos del desarrollo. Hemos concluido la década de mayor número de jóvenes en el país, lo cual no siempre se ha reflejado en mayores apuestas y acciones institucionales a su favor. Si bien, asistimos también a la generación joven más preparada y con mejor acceso a servicios, esto no significa que hemos superado brechas de desigualdad, discriminación y exclusión.
Este informe constituye una fotografía de la juventud en la última década; retrata su situación en los distintos ámbitos de sus vidas, en lo educativo, laboral, familiar, o sobre las problemáticas que enfrentan en el acceso a la salud, la vivienda o de su protección frente a las violencias. Esta publicación expresa los resultados que el Ecuador presenta respecto de la garantía y protección de los derechos de las juventudes en los últimos años; constituye un esfuerzo compartido del Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional (CNII), junto con organismos de cooperación internacional como el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) y el aporte del programa SART de la Unión Europea.